Este año la ruta itinerante prevista para la Semana Santa dio inicio en el Castell de Bellver. La pretensión inicial consistía en salir "en comitiva" y realizar un breve recorrido por Palma hasta llegar a la Autovía de Llevant y desde allí dirigirnos hacia el primer punto de encuentro en Cala Pi. Tenemos que decir que si las expectativas eran llamar la atención sobre nuestro mundo "autocaravanístico", éstas se cumplieron. Vaya por adelantado el agradecimiento al buen trabajo realizado por dos motoristas de la Policía Local de Palma que de forma muy profesional nos "acompañaron" a lo largo de todo el recorrido, haciendo todo lo posible para que avanzáramos todos juntos a pesar del tráfico existente en el festivo y soleado día de Jueves Santo.
Como decía al comienzo del relato, el recorrido se inició en la explanada del castillo de Bellver a las 12:00 horas del mediodía, lugar en el que 18 autocaravanas descendimos por calle Camilo José Cela hacia calle Joan Miró llegando al punto más problemático del recorrido en la rotonda de Porto Pi tanto por la densidad de tráfico habitual de la zona como por hallarse éste en la salida de la Autovía de Calviá-Palma. Las dificultades fueron sorteadas sin problemas por la pareja experimentada de motoristas, situándonos en posición para afrontar el recorrido por el Paseo Marítimo de Palma (Avenida Ingeniero Gabriel Roca) hasta el comienzo de la Autovía Llevant. Al tratarse de día festivo y soleado el Paseo Marítimo se encontraba más bien concurrido, lo que provocó muchas miradas de atención por los turistas y residentes que paseaban o se desplazaban de un lugar a otro, por consiguiente: misión cumplida. Debemos agradecer también la presencia de algunos socios presentes en la salida que no podían acompañarnos a lo largo de la ruta de Semana Santa pero que conscientes de la importancia del evento para nuestro mundo compartieron el recorrido inicial con nosotros. Una vez alcanzada la Autovía Llevant, los agentes se situaron a un lado y tras agradecerles su labor continuamos ruta hacia Cala Pi, lugar en el que estaba prevista la comida. Acompañados por el buen tiempo nos reunimos 18 autocaravanas, optando unos por montar la mesa en la zona de pinar y otros comiendo en el interior hasta que tras la sobremesa nos desplazamos de forma escalonada hacia Dalt de Sa Ràpita, lugar de pernocta de la primera noche. Tras llegar y aparcar en el lugar acordado algunos decidieron realizar un recorrido con sus bicicletas por el carril bici que bordea la costa y otros simplemente decidieron pasear hasta el puerto deteniéndose a tomar un café y pastas, o comprar "panades" u otros productos típicos de Semana Santa en los bares y comercios de la zona. A pesar de la espléndida luna que había todos tuvimos que cenar en el interior de nuestras autocaravanas debido a la negativa del Cap de la Policía Local de Campos de sacar mesa o silla alguna al exterior. Llegados a este punto, nos vemos obligados a hacer un inciso reivindicativo al respecto. A menudo el desconocimiento sobre una materia provoca en las personas ciertas reacciones y manifestaciones que se basan en prejuicios infundados. Obviamente nuestra intención como asociación balear y cultural que somos, no es la de realizar en cada una de nuestras paradas un asentamiento con ropa en tenderetes ni música a todo volumen, por ello velamos para que nuestros socios se comprometan en el cumplimiento escrupuloso de las normas mínimas de respeto y tolerancia hacia los residentes. No llegamos a entender qué puede tener de malo el sacar unas mesas y sillas en una calle casi al cien por cien intransitada y aislada de vivienda alguna para llevar a cabo una cena entre amigos y compartir esos momentos, máxime cuando ya se nos conoce de años anteriores en los que hemos sido, por cierto, muy bien recibidos en la fira de Campos. Hecho el inciso continuamos con el relato, la noche transcurrió placentera ni frío ni calor. El día siguiente amaneció soleado pero con algo de viento, algunos aprovecharon para pasear de nuevo por la zona costera, comprar pan o dulces, tomar un aperitivo y otros simplemente se quedaron charlando o leyendo junto a las autocaravanas. En la comida del mediodía nos quedamos en la zona sólo 14 autocaravanas ya que algunos socios optaron por dirigirse a otra zona donde pudieran comer en el exterior al Sol. Tras la comida nos dirigimos hacia Santanyí, lugar en el que estaba previsto pasar la noche del Viernes Santo y así poder ver su "davallament". Nos reunimos en total 20 autocaravanas en un aparcamiento cómodo a escasos cinco minutos del centro. Por la tarde la mayoría optó por recorrer el centro del pueblo y la verdad es que estaba bastante vacío lo que provocó que los característicos y llamativos polares rojos de Abaces, dominaran el paisaje. La totalidad de bares y restaurantes abiertos se preparaban para recibir a los clientes que se disponían a cenar en ellos, muchos de nosotros así lo hicimos. La sorpresa mayúscula sobrevino cuando al aproximarse las 21:30 horas, momento previsto para dar inicio al davallament, la iglesia de Sant Andreu se abarrotó de vecinos y visitantes. La emotiva ceremonia fue acompañada por la Coral de la parroquia de Sant Andreu de más de 70 años de antigüedad y dirigida en esa ocasión por Francisca Ferrer al hallarse ausente su directora titular. Ni qué decir cabe que el respetuoso silencio acompañado por las voces de la coral puso la piel de gallina a más de uno. Tras la ceremonia y el inicio de la procesión, hubo quienes decidieron retirarse a descansar y otros se quedaron disfrutando de la suave noche de Santanyí. La mañana del sábado amaneció bulliciosa, pues había mercado y el aparcamiento donde nos encontrábamos bien temprano comenzó a llenarse de vehículos. Si el día anterior el pueblo tenía un semblante apagado, ahora parecía entrar en ebullición, se agolpaban los visitantes y puestos en el mercado, las terrazas de los bares estaban llenas a rebosar, un sol de justícia acompañaba la escena, daban ganas de detener e inmortalizar esos instantes como cuando en el transcurso de una película no quieres que llegue su fin. Pero éste al fin llegó y tocó retirarse a preparar la comida del mediodía que transcurrió espléndidamente al Sol y ya con el aparcamiento prácticamente vacío y ocupado tan solo por nosotros. Por la tarde tocaba parada técnica en Port Vell de Son Servera, repostamos nuestras autocaravanas, llenado y vaciado de aguas, etc. Al no haber suficiente espacio en el interior del área de servicio tuvimos que dormir algunos en el exterior sin problema alguno. Todos, sin embargo, nos vimos obligados a adelantar nuestros relojes a las dos de la madrugada, durmiendo por tanto una hora menos. Al día siguiente se notó ese cambio horario, pues comenzamos a aparecer en el exterior de nuestras autocaravanas a partir de las diez u once de la mañana. Tras realizar algunas compras en comercios cercanos nos dirigimos a s'Illot, lugar en el que se había previsto la reunión en un aparcamiento de grandes dimensiones a escasos 50 metros de las ruinas prehistóricas. Nos encontrábamos reunidos en esos momentos 17 autocaravanas, disfrutando de un domingo soleado, que no nos permitió visitar, por hallarse cerrado ese día, uno de los yacimientos más importantes de la cultura talayótica y postalayótica (850 - 123 ac) de Mallorca por su variedad monumental. Ese hecho nos obliga, sin esfuerzo alguno, a regresar otro día a intentarlo de nuevo. La circunstancia fue aprovechada por algunos socios para pasear por la costa y disfrutar del buen tiempo tomando un aperitivo o comiendo una mariscada. Tanto el resto del día como la noche transcurrieron sin problema alguno. El lunes ya tocaba finalizar la ruta itinerante de este año, para la comida de la familia Abaces se había reservado una mesa en el restaurante Binicomprat de Algaida, dotado de un aparcamiento generoso para no tener problemas a la hora de dejar nuestros vehículos vivienda. El lugar, abarrotado por ser día festivo, presentó un bufet sensacional del cual dimos buena cuenta, lo que supuso una perfecta culminación a estos cinco días de Semana Santa que gracias a la colaboración de todos han transcurrido de forma apacible. Se quiere agradecer a los Ayuntamientos de Palma, Llucmajor, Campos, Santanyí, Son Servera y Sant Llorenç des Cardassar su colaboración con nuestra asociación para hacer posible estos encuentros de amistad. También se agradece a la Policía Local de Palma su apoyo en el inicio de nuestra salida desde el Castell de Bellver sin cuya ayuda no nos hubiera sido posible reivindicar este mundo del autocaravanismo que tantos buenos momentos nos ofrece. Finalmente gracias a todos los socios por vuestra presencia, a los que habéis podido venir un sólo día, a los que habéis podido permanecer durante todo el recorrido y de forma especial a los que sin poder realizar la ruta tuvisteis la delicadeza de acompañarnos en la salida y recorrido por el Paseo Marítimo de Palma. Hasta pronto. Un abrazo. Los comentarios están cerrados.
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Redacción ABACESTextos A.Hernandez. Archives
Octubre 2019
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